Centro Cántabro

dede 1913

Diario de Cádiz

En 1913 un grupo de cántabros afincados desde hace años en Cádiz, algunos incluso pertenecientes a la segunda o tercera generación, decidieron unirse y abrir en la ciudad un Centro Cántabro con el objetivo de prestar atención social a los afiliados al gremio del comercio, casi monopolizado por vecinos procedentes del norte, una de las mayores colonias de residentes en la ciudad.

Un siglo más tarde el Centro sigue abierto, convertido en el segundo en antigüedad en España. Y sigue en marcha con más de 250 socios, una cifra muy alta teniendo en cuenta que el movimiento asociativo también está en crisis.

Lo cierto es que el Centro Cántabro dispone de unas instalaciones de dimensiones considerables levantadas en 2001 en el solar donde nació la entidad, lo que le permite la celebración de diversas actividades sociales y culturales.

Los terrenos de la avenida de Portugal, entonces Adriano, se compraron al poco de constituirse el Centro Cántabro. Fue un solar de 3.400 metros cuadrados que costó 8.500 pesetas. Años más tarde, las dependencias se redujeron tras un proceso de venta en 1948 y otro de enajenación en 1955, hasta quedarse en 1.400 metros cuadrados. Durante los primeros años se mantuvo también un local en la calle Sagasta, donde se desarrollaban las actividades culturales, aprovechando la existencia de una rica biblioteca y la edición del semanario Cantabria, que se mantuvo hasta los años treinta del pasado siglo con amplia información de la colonia montañesa tanto de la ciudad como de otras localidades de la provincia.

En el año 1913 se fundó el Centro Cántabro como consecuencia de la necesidad de contar con un servicio propio de carácter asistencial y social, ya que por entonces no existía ningún sistema de protección para patronos y trabajadores. Los fines fundacionales fueron los de «estrechar los lazos de unión, fomentar los ratos de solaz e instrucción, la defensa de los bienes naturales y la creación de una Casa de Salud para la asistencia gratuita de los socios». En la asamblea de constitución, celebrada el 3 de abril de 1913 en la sede de la calle Sagasta, se acordó que podían asociarse «todos los naturales de la provincia que fuesen dueños o dependientes de comercio dedicados a comestibles, bebidas o similares», al tiempo que se formaban tres categorías: los socios de primera, que eran los dueños o arrendatarios de los establecimientos; los socios de segunda, aquellos dependientes que desempeñaran sus servicios en los mismos, y los socios de tercera, la que integraban los ‘chicucos’, quienes solamente pagaban de cuota una peseta al mes.

Diario de Cádiz – artículo

En 1941, después de que la Guerra Civil y la posguerra provocaran una grave crisis al ser muy acusada la pérdida de socios, el Centro abandonó su carácter benéfico y asistencial y pasó a convertirse en lo que es hoy, una sociedad de carácter recreativo y cultural. Las penurias económicas obligaron a la venta de una parte de los terrenos, quedándose reducida la superficie original de más de 3.000 metros cuadrados a 1.700, los que dispone en la actualidad. Ya en el año 2001, afectado el inmueble por el Plan General, fueron derribadas las viejas instalaciones, dando origen a una sede moderna, amplia y funcional, gracias al esfuerzo y el trabajo personal de Félix Obregón Gutiérrez, con el apoyo de Teófila Martínez, natural de Santander, quien fuera alcaldesa de Cádiz durante un largo periodo, y la ayuda del Gobierno de Cantabria.